domingo, 16 de diciembre de 2018


A nuestro icono representativo “El Cíclope”

 

 

Instrucciones para mirar por el caleidoscopio

 

            Observa el cíclope que la gente, al mirar por el caleidoscopio, sigue la misma rutina: un pestañeo pausado,  parpado caído y cerrado para quedarse con un solo ojo. Todos pretenden convertirse en cíclopes —malicia el gigante con justificada preocupación—. Por suerte, nadie lo consigue y un minuto más tarde, tras separar el caleidoscopio de la cara, los rostros se muestran con dos ojos.

            Suspira aliviado el cíclope de que solo ha sido una simulación de metamorfosis que termina siempre en fracaso.

            Ahora es el cíclope quien se acerca al caleidoscopio. La gente  lo observa expectante. Pestañea, guiña el ojo, lo cierra.  Todos se ríen, porque con su único ojo cerrado, el cíclope no va a ver nada.

            Se equivocan. Para imaginar, el cíclope, como muchos artistas, necesita cerrar los ojos, es un decir.

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